Klaus Rotter, sádico, refinado y adicto a los fármacos, capitán de las SS y antiguo inspector de policía, es detenido en mayo de 1945 por soldados británicos cuando intenta llegar a la ciudad de Kiel para huir por mar a Suecia. Al interrogarle, los británicos descubren que están ante un elemento importante de los servicios secretos del Tercer Reich y deciden explotarlo. Rotter sirvió de cerca al “heredero del diablo”, Reinhard Heydrich y posee informaciones que pueden ser vitales para los nuevos tiempos de guerra fría que se avecinan. Cuando Rotter tiene que escoger entre colaborar o ser fusilado (o peor, entregado a los rusos), decide ir contando, gota a gota, sus oscuras actividades junto a Heydrich. La acción se traslada al Berlín de 1936 donde Rotter debe investigar una serie de crueles asesinatos, primero como inspector de la Policía Criminal, luego como miembro del Servicio de Seguridad de las SS y finalmente por su cuenta. Sirviendo a Heydrich, Rotter descubrirá que el asesino que está buscando es su propio jefe, Heydrich, y que el mimado de Hitler, el sucesor en el que el Führer confía, ha sido infiltrado en las más altas instancias del Reich por la Abwher, el servicio secreto del Ejército, para sustituirle. Pero el diabólico Heydrich es algo más, es una inteligencia maquiavélica y superior que con una crueldad y una falta absoluta de moralidad, juega a dos barajas.