La ruta de los contrabandistas

Eulalia Romà Santpere tiene 20 años cuando estalla la guerra civil (1936). Hija de una familia de la burguesía barcelonesa, tiene profundas creencias católicas y un alto sentido de la religión y el deber, pero también un espíritu rebelde y poco conformista. Está muy enamorada de un joven y apuesto teniente del ejército al que conoce desde niña, José Bravo, destinado en la Capitanía de Barcelona, y con el que se casa poco antes del estallido de la guerra civil.

El estallido de la guerra civil la sorprende todavía sin ideas políticas claras, aunque suele asistir a las reuniones de jóvenes oficiales influidos por los movimientos fascistas de Italia y Alemania y el día del alzamiento la alcanza la tragedia. Su marido muere en el asedio al cuartel de Atarazanas y su padre, dirigente de la Patronal, es asesinado.

Bravo había sido reclutado por los servicios secretos alemanes y a partir de su muerte, Eulalia se ve involucrada en el espionaje y la política dirigida por Manfred Vogel, un espía miembro de la Abwehr, que hace de ella una auténtica agente.